Su cabello estará por todas partes. ¡Habrá muuucho pelo! Lo encontrarás en tu comida, en el fregadero, en el baño…
Sus sujetadores aparecerán en los lugares más inesperados.
Ella marcará su territorio con horquillas.
Tu cuarto de baño será invadido por los productos para el cuidado de su cabello y su piel.
Solo la mitad de sus cosas estará, debidamente ordenada, en el armario, el resto será un absoluto caos, oculto bajo la cama.
Una vez al mes, la basura en el cubo se acumulará mucho más rápido…
Cuando esté pintando las uñas, el esmalte estará por todas partes.
El papel higiénico se va agotar como por arte de magia.
Pero tu casa siempre olerá bien.
A menudo, encontrarás en el fregadero un colorido frenesí de polvo y sombras de ojos.
También tropezarás más de una vez con sus zapatos que aparecerán de forma aleatoria por toda la casa.
¡Te sorprenderás al descubrir lo comilona que es!
En la ducha encontrarás un millón de botellas de champú y acondicionador para el cabello, y la mitad estará vacía.
Ella tratará de ser una buena anfitriona, pero lo más probable es que alguna vez tenga problemilllas.
Por último, tarde o temprano la encontrarás en alguna situación totalmente absurda.
